cambia tu percepción de las prioridades.
La gente que me conoce, sabe que tengo gran facilidad para involucrarme y comprometerme hasta niveles obsesivos, también saben que puedo desconectar de un dia para otro y cambiar de vida sin que eso suponga una complicación excesiva.
Lo más dificil en una decision que puede condicionar tu vida es el proceso mental, cuando lo has decidido mentalmente sólo hay que dejarse ir, y además cuando tu inclinació es mirar al futuro, no cabe, mirando atrás, la posibilidad de error.
La gente que me conoce, sabe que tengo gran facilidad para involucrarme y comprometerme hasta niveles obsesivos, también saben que puedo desconectar de un dia para otro y cambiar de vida sin que eso suponga una complicación excesiva.
Lo más dificil en una decision que puede condicionar tu vida es el proceso mental, cuando lo has decidido mentalmente sólo hay que dejarse ir, y además cuando tu inclinació es mirar al futuro, no cabe, mirando atrás, la posibilidad de error.
Lo sé, lo he hecho varias veces en mi vida y probablemente lo volveré a hacer.
Han pasado muchos años de los primeros conflictos emocionales y ya he cubierto toda la gama de alagos, lealtades y traiciones, estoy al margen de ambiciones pequeñas o grandes, mis objetivos están largamente cubiertos y en este sentido soy incorruptible incluso a las emociones.
¿Entonces?. Entonces quedan los principios, yo no soy nada sin principios, sin principios nada vale la pena. Lo que puede cambiar tu percepción de las prioridades son las coincidencias en los principios, o la creencia en estas coincidencias. Y no hay escusas ni atajos.
¿Por que no estoy dedicando mis esfuerzos intelectuales a estudiar las relaciones entre la Torá i el marxismo?, es un tema que me apasiona, casi tanto como estar tumbado con una coipirinha en un playa del Caribe leyendo los intentos de Dante de ligar con Beatriz.
¿Por que sacrificar en el altar de las jornadas maratonianas el principio sagrado del Corón: “acuerdate que tienes cuerpo” i no vuelves al reconfortante esfuerzo, al cansancio, al agotamiento físico, intenso y regenerador?
¿Por que reprimir las licencias etílicas llenas de emociones, lúcidez y afecto universal?
Cuanto mundo ahí fuera esperando ¿otra vez?, ¿siempre?.
Han pasado muchos años de los primeros conflictos emocionales y ya he cubierto toda la gama de alagos, lealtades y traiciones, estoy al margen de ambiciones pequeñas o grandes, mis objetivos están largamente cubiertos y en este sentido soy incorruptible incluso a las emociones.
¿Entonces?. Entonces quedan los principios, yo no soy nada sin principios, sin principios nada vale la pena. Lo que puede cambiar tu percepción de las prioridades son las coincidencias en los principios, o la creencia en estas coincidencias. Y no hay escusas ni atajos.
¿Por que no estoy dedicando mis esfuerzos intelectuales a estudiar las relaciones entre la Torá i el marxismo?, es un tema que me apasiona, casi tanto como estar tumbado con una coipirinha en un playa del Caribe leyendo los intentos de Dante de ligar con Beatriz.
¿Por que sacrificar en el altar de las jornadas maratonianas el principio sagrado del Corón: “acuerdate que tienes cuerpo” i no vuelves al reconfortante esfuerzo, al cansancio, al agotamiento físico, intenso y regenerador?
¿Por que reprimir las licencias etílicas llenas de emociones, lúcidez y afecto universal?
Cuanto mundo ahí fuera esperando ¿otra vez?, ¿siempre?.
Que abanico impresionante de proyectos nuevos y de emociones!.
Si alguien no entiende esto, no sabe quien soy ni lo que de verdad me importa.
Una voz grave, un punto de agresividad, una cierta actitud elitista, incluso snob, un cierto gusto por el sarcasmo, unas gotas de cinismo y un probable egoismo intelectual; la vocación irrefrenable por la polémica y una imposibilidad, casi genetica, de reuir la confrontació (verbal), me han proporcionado una cierta fama (¿inmerecida?) de asocial o de conflictivo:
Si alguien no entiende esto, no sabe quien soy ni lo que de verdad me importa.
Una voz grave, un punto de agresividad, una cierta actitud elitista, incluso snob, un cierto gusto por el sarcasmo, unas gotas de cinismo y un probable egoismo intelectual; la vocación irrefrenable por la polémica y una imposibilidad, casi genetica, de reuir la confrontació (verbal), me han proporcionado una cierta fama (¿inmerecida?) de asocial o de conflictivo:
es un espejismo, o una careta, el auténtico yo almacena grandes dosis de ternura, generosidad y sentido profundo de la amistad, además, y esa es mi única debilidad, de la incapacidad, tal vez querida, de dejar, a veces de forma irrefrenable, que se escape la sensibilidad.
(me encanta subordinar!)
¿Que importa la popularidad o caer bien a todo el mundo si la única recompensa valorable es la amistad y la lealtad?.
Joder! Dos dias recorriendo FITUR, repartiendo besos efimeros o furtivos,
¿Que importa la popularidad o caer bien a todo el mundo si la única recompensa valorable es la amistad y la lealtad?.
Joder! Dos dias recorriendo FITUR, repartiendo besos efimeros o furtivos,
y dejar trancurrir un dia lánguido escuchando la intimidad maravillosa de Antony and the Johnsons y te coge la vena sentimental y la parida lírica.
Y encima Nina Simone me dice “ne me quitte pas”.