dissabte, 17 de juliol del 2010

Jondo

Es posible que mi origen tenga algo que ver con mi afición al cante“jondo” a pesar de ser una afición adquirida en Catalunya.
Contrariamente a lo que se cree, la afición a este tipo de música, también es minoritaria en Andalucia, mucho más proclive a la copla o a músicas populares más o menos aflamencadas como las sevillanas, músicas por las que no siento ninguna simpatia.
El “jondo”, el flamenco original, ha tenido, salvando todas las distancia, una evolución comparable al “blues”, con una vuelta permanente a los origenes, a la autenticidad.
Mi primera experiencia en directo fue en los primeros 70, en el Romea, con el entonces exhuberante y politizado José Menese, en un concierto que condicionaria mi incorporacion a la militancia politica.
En aquellos años Menese y Fosforito formaban la vanguardia del clasicismo minoritario, hasta el punto que la única discografica de calidad, con las gravaciones de Mairena o el Caracol,“Le chant de mond”, era francesa.
Hoy, a pesar de su edad, el referente, el gran clásico, sigue siendo Enrique Morente, capaz de experimentos radicales sin perder lo esencial.
No me interesa demasiado el movimiento “los nuevos flamencos”, pero sí el acercamiento de un grupo de magníficos músicos a las técnicas del jazz: Chano Dominguez, Jorge Pardo, Carles Benavent , Agustin Carbonell, Tino Di Geraldo, Tomás San Miguel...han creado un nuevo estilo que seguro tendrá continuidad.
De vez en cuando y lo mismo que me pasa con John Lee Hooker y el blues, no puedo evitar volver a los martinetes, con el ritmo cansino del yunque, de Menese, las siguiriyas de Manolo Caracol o las soleás de Enrique Morente y volver a comprobar que aún palpita un extraño fenomeno de arcaismo y autenticidad siempre alejado de tendencias, intentos de apropiación y oficialidad.